sábado, 1 de mayo de 2010

Pero de nuevo el mundo
se ha salvado...
J.L.B.




Yo no sabía, eureka.

No supe de la existencia
del génesis rosado.
Ni de los sucesos de iniciación
de algún gallo cantor.

Explicame entonces
qué es ésto
que es esa suerte
de objetitos suspendidos
en iglesias
y monasterios.
Qué es eso
de incorporar
fronteras al sinsentido.
Qué es eso
de quitarme
lo más puro de las manos.

Te digo que no, eureka.


Que por nada del mundo
un par de locos
me van a atrapar
sobre la lejana alquimia
de la arena;
Digo que ningún rosario
se abrirá ante mi

como la gran caja de Pandora;
que ninguna frente
evangelizará siquiera mis flores
más dudosas,

aquellas bestías del olvido.




...Y la noche gastada
se ha quedado en los ojos de los ciegos.
J.L.B

No hay comentarios:

Publicar un comentario