jueves, 27 de mayo de 2010

El hallazgo de Vallejo.

sentí tan propia
tu españa/

ese cáliz que tiño
tu sangre de luz
dulce como si
relámpago
atravesando una cama
o al puente aquel
al que no llegó el odio.


tus huesos no son de tiza/
pues no se borran, César.
serán batalla tal vez
los nuevos heraldos/
o la lagartija
que se escapó
y aún espera
en el camino...
a ese cigarrillo
que se consume
en el guiño
de toda la república.

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