jueves, 29 de abril de 2010

My money comes and goes.
And rolls and flows and rolls and flows.
Through the holes in the pockets in my clothes.


- Sos más folk de lo que crees, dijo.
Soy más folk de lo que creo si vale quedarse anclados en un par de médanos. Soy un poco más folk cuando no sé bien que quiere decir eso, pero soy algo de eso si compartimos el mismo hilito de luz cuando cantamos. La decisión es unánime: abramos todas las ventanas, que se enteren todos de nuestras voces, después no los vamos a ver nunca más. Te divierte esa anécdota. A mi también. Y estamos aca, tan libres y despojados de todos, descubriendo porque carajo la estrella del sur se ve más linda aca que en otra parte. Y el mar se pone jodido y empezamos a temblar un cachitín. Mira che, que si parecemos campesinos con éstas pilchas, esperando que se hagan las cinco de la madrugada, para partir de ésta estación, por otra que no sabemos. Ésta cosa imparcial de improvisar que nos sale del medio de pecho, del medio del susurro cuando apoyo mi cabeza sobre tus piernas y sólo quiero ver las piernas de la gente, y el reojo disimulado a tu mano que siempre está ahí: a los zancos subida tu mano, a los zancos, como un hebilla japonesa tu mano que me enmaraña el pelo hasta perderlo, hasta encontrarlo, con esa consigna casi política de cantarle siempre: She ain't feelin' well. When she's better only time will tell.


STOP: cruce de niños.

1 comentario:

  1. qué lindo cuando el azar nos regala la lectura de cosas como estas. qué lindo.

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